sábado, 8 de agosto de 2009
Felicidad y sufrimiento
¿Qué seria de la felicidad sin el sufrimiento? ¿Y del sufrimiento sin felicidad? La primera pregunta podría responderse con una sencilla palabra: monotonía. En torno a la segunda pregunta, he de utilizar dos: eterna agonía. Pero ¿Por qué ambas dos culminan dándome respuestas negativas? ¿Es eso necesario? También podrían formularse dos posibles respuestas, con cierto grado de positividad: la felicidad sin sufrimiento puede ser considerada como la plenitud misma, y el sufrimiento sin felicidad, como un aprendizaje del alma; aunque en algún momento, en base a lo aprendido, debe de culminar. Y cuando esa fase ha llegado a su fin, el estado en el cual nos encontremos ¿Sería descriptible de modo alguno? Considero que la respuesta sólo puede residir en el mundo de la experiencia sensible, allí donde reinan los sentimientos, y la razón no tiene ni jamás tendrá, los elementos para poder describirlo. Hay una palabra que podría describirla de un modo medianamente acertado: paz. No obstante es tan amplio el significado de esa expresión, que sigue quedando librado al terreno de lo empírico, por el sólo hecho de que cada uno la asocia al grado máximo de paz que haya sentido, o a un promedio entre las oscilaciones inferiores y superiores que hemos sentido de ese estado. En definitiva, pululan en el mundo de los sentimientos para complementarse; bienvenidos sean entonces, felicidad y sufrimiento, a mi humilde hogar. Sepan excusarme si no he de recibirlos con los brazos abiertos, quizá ese día sólo esté preparado para su opuesto.
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1 comentario:
che, esto es muy bueno, ya sea si es tuyo o lo sacaste de algún lado (en caso de que sea el último, decime de donde es, en caso contrario) mis felicitaciones por la perfecta redacción y por la fluidez al desarrollar un tema tan complicado, completa lucidez para el resto de tus días hombre!!! saludos
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