miércoles, 4 de noviembre de 2009

Vibración por Simpatía


Hace algunos días atrás, me encontraba en este mismo cuarto, jugando con ondas sinusiodales. Decidí jugar sobre el La 110, 220 y 440, y ver que matices podía obtener. La búsqueda de los matices terminó muy brevemente, justo después de hacerlas sonar todas juntas. Qué aconteció? Cuándo le dí stop, noté que sonaba un armónico en la guitarra: era el armónico del La! Porqué sonaba el armónico del La solamente? Decidí probar con el Mi, a ver que sucedía. Lo sospechado se hizo realidad: sonó el armónico del Mi! Empezaron a gestarse ideas, conclusiones, y últimamente, los versos hacia los cuales quiero con ansias llegar, pero todo a su debido tiempo. Ya había probado con dos cuerdad entorchadas... pasaría lo mismo con las de nylon? Vamos a probar... Sol... nada, ni un sonido salió de la guitarra. Hoy por la mañana, comenté lo sucedido en clase, y Daniel me dijo que eso se llamaba vibración por simpatía. Simpatía, eh?
Y de la teoría devino la reflexión... vibramos en una frecuencia determinada... cada cual tiene la suya propia, y sólo esa frecuencia puede hacer vibrar los armónicos existentes en nuestra alma. Por supuesto que hay personas que son como las cuerdas de nylon... les llega su frecuencia, y no son capaces de vibrar. También hay personas que son como las cuerdas entorchadas, que cuando encuentran su frecuencia y vibran sus armónicos, su alma se destapa, la vida brota, la pureza emana. Creo que cada uno debe saber si es entorchado o de nylon, o quizá el entorchado sea tan fino y hayan tan pocos armónicos en la atmósfera, que no lleguen a producir su armónico. Y también podría ser el caso de que nunca llegue esa frecuencia, tal vez por mera vergüenza u orgullo, dejemos pasar ese tren. También podría ser el caso, porque no, de que hayan muchos parciales inarmónicos, y no lleguemos a percibir los que corresponden con nosotros. Pero cuando llegue la vibración por simpatía, lo sabrás, y tus armónicos vibrarán por siempre.